EL CONSUMO
¿Alguna vez te has preguntado por qué compramos ciertos productos y no otros?
¿O porque a veces derrochamos en cosas que realmente no necesitamos?
Estas preguntas han intrigado a los economistas durante siglos , los que han llevado al desarrollo de la Teoría del consumo. Este concepto económico tiene como objetivo explicar cómo los consumidores toman decisiones de compra en función de sus preferencias, restricciones presupuestarias y otros factores.
Desde comprender el comportamiento del consumidor hasta predecir las tendencias del mercado, Teoría del consumo se ha convertido en una herramienta esencial en la economía moderna. En este blog, profundizaremos en la publicación mundial de la teoría del consumidor y exploraremos su relevancia en la economía actual.
Teoría del consumo.
La teoría del consumo tiene como finalidad analizar cuales
son los fundamentos racionales del comportamiento del comportamiento del
consumidor ante el deseo de satisfacer sus necesidades. Como unidad de
consumo se puede tomar al individuo aislado, aunque generalmente se refiere
a la familia.
En otros casos, se piensa en otras
comunidades (hospitales, asilos…) con cohesión suficiente desde el punto de
vista de la adquisición de bienes para satisfacer necesidades, considerándolas
como unidades de consumo.
El objetivo fundamental de la teoría
del consumo es desembocar en la demanda que el consumidor presenta en el
mercado respecto a los diversos bienes que tiene que adquirir. La suma de las
demandas individuales da como resultado la demanda total del bien, que
es uno de los elementos que concurren al mercado e influyen en la formación del
precio. Un aspecto a estudiar el comportamiento del consumidor es el de la
división de gasto, es decir, los criterios que le mueve cuando con una renta
tiene que adquirir varios bienes orientados a diversas necesidades.
Condicionamientos de la unidad de consumo
Como la unidad de consumo tiene que elaborar un plan económico,
necesita unos datos, que son los que han de condicionar sus decisiones. Veamos
estos datos:
A.
Unas necesidades a satisfacer, a las que
se considera estables durante el tiempo para el que se elabora el plan.
B.
Una renta expresada en unidades
monetarias, ya que en la actual organización económica se realiza una
distribución monetaria de la renta nacional previa a la distribución real, que
tiene lugar cuando a cambio de dinero se adquieren los bienes.
C.
Unos bienes económicos que se encuentran
a su disposición en el mercado y con los cuales puede satisfacer sus
necesidades. Relacionando unos bienes de consumo con otros, y desde el punto de
vista de las necesidades que satisfacen, estos bienes pueden ser sustitutivos
los que sirven indistintamente para satisfacer la misma necesidad; complementarios,
si se precisan ambos para satisfacer la misma necesidad, e indiferentes si
satisfacen necesidades independientes.
D.
Los precios de todos y cada uno de los
bienes que tiene que adquirir en el mercado.
Comportamiento del consumidor.
En el análisis
del comportamiento del consumidor, hay que basarse en los siguientes supuestos.
A.
El consumidor actúa racionalmente; es decir, que
el criterio que le guía en su comportamiento es el de la racionalidad
económica, que en este caso consiste en extraer al máximo partido posible a la
renta que dispone en orden a la satisfacción de sus necesidades.
B.
El consumidor puede si lo desea dedicar a un
bien cantidades o fracciones muy pequeñas de dinero o, lo que es lo mismo,
adquirir cantidades pequeñas de un bien.
C.
El consumidor es uno de los muchos individuos
que acuden a mercado a adquirir bienes.
CONSUMO Y AHORRO.
Cuando la fuente
de la renta monetaria es el trabajo, aquí se hará referencia a la
decisión previa al “como gastar la renta” acerca de “cuanto va a gastar
el consumidor de su renta en adquirir bienes de consumo” que es lo mismo
que preguntar “cuanto va a ahorrar”.
Dejando para
la teoría de la distribución la cuestión de los ingresos de la unidad de
consumo y la del equilibrio entre trabajo y descanso, debe de
suponerse que cuando decide ahorrar una parte de sus ingresos, el consumidor
actúa racionalmente.
Factores que influyen en el ahorro.
Entre los
factores que influyen sobre el ahorro pueden citarse los siguientes:
A.
Magnitud de sus ingresos futuros previstos.
Si el consumidor espera que sus ingresos futuros sean mayores que los actuales,
no existirá apenas estimulo para el ahorro. En cambio, si cree que sus ingresos
van a disminuir, el estímulo será mayor. Esto sería como una planificación del
consumo (a través del tiempo) y de los ingresos obtenidos (también a través del
tiempo).
B.
Certidumbre de los ingresos futuros. Es
evidente que, con ingresos inciertos en el futuro, el incentivo para el ahorro
es mayor que cuando esos ingresos futuros están más asegurados.
C.
Grado de previsión de futuro. Por falta
de imaginación, o por cualquier otro motivo, puede ocurrir que se infravaloren
las necesidades futuras respecto a las actuales, lo que supone vivir más en el
momento actual y despreocuparse del futuro; esto acarrea un ahorro inferior.
D.
El nivel de renta actual. Cuando mas alta
sea la renta actual, más se ahorrará, ya que gastando más quedan menos
necesidades que satisfacer; entonces es preferible atender a la previsión de
una necesidad futura antes que al consumo actual.
E.
Las expectativas sobre la evolución de los
precios futuros. Si se espera que los precios de los bienes van a ser mas
altos en el futuro, la tendencia al ahorro será menor que si se esperan unos
precios estables o unos precios inferiores.
F.
El tipo de interés. Un cierto influjo,
tal vez no muy grande, puede esperarse en orden al sacrificio que supone la
abstención del consumo actual del premio que espera obtener de la renta
ahorrada, es decir, del tipo de interés. Si este es alto, probable una mayor
tendencia a ahorrar que si es bajo.
En los cuatro factores anteriores se suponía que se ahorraba
para consumir en otro momento, pero puede ahorrarse por otros motivos
distintos. Puede ahorrarse para capitalizar y mejorar la posición
social, o por pretender alcanzar una situación de poder económico, o para
dejar un patrimonio a los descendientes.
En este ultimo factor influye en el ahorro, probablemente el
menos racional de todos, desempeña un papel decisivo en la formación del ahorro
total, puesto que si el ahorro no fuera más que un “consumo aplazado”
resultaría que el ahorro “neto” seria nulo, ya que consumiría.
En conclusión, la teoría del consumidor es una herramienta
valiosa que nos ayuda a comprender como los consumidores toman decisiones y
asignan recursos. Hemos explorado los conceptos clave de esta teoría, incluida
la utilidad, las restricciones presupuestarias. Al
comprender estos conceptos, podemos predecir mejor el comportamiento del consumidor
y desarrollar estrategias de marketing efectivas.
En el mercado competitivo de hoy, es crucial que las empresas se mantengan a la vanguardia al comprender que impulsa las elecciones de sus clientes. Al aplicar los principios de Teoría del consumidor en su estrategia comercial, puede obtener una visión mas profunda de las preferencias del cliente y adaptar sus ofertas en consecuencia.
En general, el estudio de la Teoría del consumidor nos
permite apreciar la complejidad de los procesos de toma de decisiones que
implican las compras cotidianas. Destaca que, si bien podemos pensar que
nuestras elecciones son racionales o sencillas al tomar decisiones de compra; a
menudo están influenciados por varios factores, como las normas sociales o las
respuestas emocionales.
Al concluir esta publicación sobre Teoría del consumidor,
recuerde que cada decisión de compra que se toma tiene una motivación
subyacente, ya sea la practicidad o las necesidades impulsadas por las
emociones.
ASI QUE
SIGA ADELANTE CON SU CONOCIMIENTO QUE RESPALDA TODOS LOS ESFUERZOS COMERCIALES
FUTUROS:
¡EL ÉXITO
LO ESPERA!