“Explorando las raíces del materialismo en el siglo XIX”
En el siglo XIX, el materialismo surgió como un movimiento filosófico y
cultural dominante que puso gran énfasis en la importancia de la materia física
sobre los valores espirituales. Este cambio de perspectiva fue impulsado por
los avances en la ciencia, la industria y la tecnología que llevaron a un mayor
enfoque en las posesiones materiales y el consumismo.
Explorar las raíces de este fenómeno puede proporcionar información valiosa
sobre la obsesión de nuestra sociedad moderna con los bienes materiales. El objetivo
de esta publicación es profundizar en el contexto histórico detrás, explorando
las raíces del materialismo en el siglo XIX y analizaremos su impacto en la
cultura contemporánea. ¡Así que súbete a bordo del tren histórico y no te
arrepentirás de esta gran aventura!
Karl Marx (1818-1883)
Este pensador
revolucionario fue hijo de una familia judía acomodada, estudio en la
universidad de Bonn y se doctoro en la Berlín con un estudio sobre Demócrito y
Epicúreo. Fue en esa ciudad que entro en contacto con miembros de ala izquierda
de la escuela hegeliana, colaborando en la redacción de la Gaceta renana,
clausurada por motivos políticos en 1843.
Influido por
pensadores franceses, especialmente por los socialistas utópicos Ch. Fourier y
H. de Saint-Simon, evoluciono del liberalismo al socialismo. En Francia, donde
tuvo que exiliarse, impulso la revista Anales franco-alemanes,
conociendo a quien habría de ser amigo y colaborador durante toda su vida: Friedrich
Engels (1820-1895). En esta época Marx comenzó sus estudios sobre
historia y economía, conectando con el movimiento obrero.
Su Obra.
En 1845 fue expulsado de Francia por
sus actividades políticas. Marcho a Bruselas y en 1848, con
Engels, publicó el célebre Manifestó Comunista, obra de carácter
social y revolucionario. Expulsado de Bélgica y poco después de su propio país,
se refugió definitivamente en Londres, dedicándose a organizar el movimiento
obrero y estudiar el Capitalismo. Las obras más importantes de
Marx, en las que es difícil separar lo filosófico de lo sociológico, lo
histórico y lo político, son:
La amistad y colaboración entre Marx
y Engels hace muy difícil diferenciar las aportaciones de cada uno de
ellos en la elaboración de la teoría marxista. Actualmente se cree que
cada uno de ellos, sin embargo, tenía su propia versión, especialmente en lo relativo
a cuestiones históricas.
Según la concepción idealista de Hegel,
la historia es el desarrollo dialectico de la Idea absoluta.
El hombre, en aquella construcción, no tenia papel
alguno. Feuerbach reclamaba la divinización del hombre, lo único absoluto. Marx
utilizo dialéctica y planteo el desarrollo de la historia bajo la óptica que se
describe a continuación.
El historicismo
En el proceso social Marx destaco contradicción
o conflicto (natural u original) que vinculaba al
hombre y a la naturaleza. El principio de la resolución de ese conflicto comenzó
con el trabajo, entendido como capacidad del hombre para transformar la
naturaleza. Mediante la cooperación, el hombre descubrió que
el reto de la naturaleza seria más fácil si lo afrontaba en asociación
o cooperación con otros hombres; a través del uso de los medios
de trabajo o de producción, también se apercibió de que facilitaban
la lucha con la naturaleza.
La cooperación y los medios de
trabajo fueron los ejes mediante los cuales nació la sociedad.
Durante una larga época el consumo de los pueblos era igual a lo producido. Mas,
en un momento dado lo producido fue superior a lo consumido, dando lugar a un excedente
económico, plusvalía, plus producto o beneficio.
La aparición de este sobrante
trastoco las viejas y pacificas relaciones sociales del comunismo primitivo
e inmediatamente se inicio la lucha por la posesión del excedente,
pues ello significaba el poder y la riqueza. Ente los propios
hombres, que Marx conceptualizo como alineación, para significar
lo siguiente: “la contradicción entre hombres oscurece la contradicción natural,
invirtiendo el mundo”.
En lugar de vivir armónicamente que
seria al mundo del derecho, el hombre disputa entre si la riqueza y el poder,
que son el mundo al revés, pero hecho realidad a través de la alineación. “Pensamos
con los pies y caminamos con la cabeza”.
En este proceso de trastocamiento de
la realidad, el antiguo mito se transformó en religión; la vieja costumbre se
hizo ley, base del derecho y fundamento a su vez del Estado, con sus
aparatos violentos para mantener el orden y la ley; la antigua división técnica
del trabajo se transformó en una división social del trabajo, que comporto
privilegios. De esa desigualdad nació la lucha de clases: grupos antagónicos en
lucha por el dominio social.
Modos de producción
Partiendo de un optimismo histórico,
Marx considero que la humanidad había pasado por varias fases o etapas, que
llamo modos de producción, distinguiendo: el esclavista, el
asiático, el feudal y el capitalista.
Para especificarlos Marx proporciono
dos indicadores:
- · Forma de organización del trabajo
- · Forma de distribución de la riqueza
Considero que cada modo de producción
era progresivo respecto al anterior, y que al capitalismo le sucedería
algo llamado socialismo, en la cual el hombre comenzaría a colocarse
lentamente de nuevo erguido sobre sus pies; fase que prepararía la sociedad
comunista, en la que desaparecería la lucha de clases y el hombre recuperaría
la contradicción natural u original. Marx señalo que el paso de un modo
de producción a otro seria nunca pacifico: “La violencia es la
partera de la Historia”. Solía decir Karl Marx.
Sociología Política
Para acelerar el proceso del paso
del capitalismo al socialismo, Marx proporciono la teoría del
partido y de la dictadura del proletariado.
El partido como elite
dirigente y el Estado obrero como instrumento de dominación al servicio
del proletariado, son en la teoría marxista piezas básicas hacia la consecución
de la sociedad comunista, en la cual cada persona daría a la sociedad aquello de
lo que es capaz, recibiría de esta lo necesario para su sustento. Y el gobierno
de los hombres seria sustituido por la administración de las cosas,
significando con ello la desaparición del Estado.
El materialismo histórico
A todo este sistema Engels le
puso el nombre de materialismo histórico. Hasta Marx se pensaba que las ideas
movían a las personas; con él se invierte la proposición: no son las ideas
las que mueven a las personas, sino las situaciones.
Solo a través de ellas es posible explicar
el mundo y la historia. Para Marx la misma noción de idea es reducible a
una práctica: la de pensar. En este sentido, Marx reclamo la necesidad
de practicar, afirmando que la filosofía debía abandonar
la interpretación del mundo y abordar su transformación.
En el sistema Marx no cabe el plan
divino. Es más, Marx compartió con Stirner la idea de que Dios es una
creación humana, dejándose rápidamente de preocupar por una temática que había
dominado a gran parte de la filosofía.
Pierre-Joseph Proudhon (1809-1865)
Proudhon critico el materialismo histórico,
considerando que la clave económica no es el factor determinante del desarrollo
social. considero que el inicio de la sociedad perturbada fue promovido
por el dominio psicológico. Que hubo poder político antes que
poder económico. Rechazo también el comunismo de Estado, que según
el mataba toda individualidad y su primia el rasgo primordial de
la sociedad: el pluralismo. Como Marx, Proudhon manifestó la necesidad
de conocer la sociedad para revolucionarla.
Por otra parte, para Proudhon la verdadera
democracia era la descentralización, oponiéndose el socialismo
autogestionario al socialismo estatalista del marxismo.
Mijaíl Bakunin (1814-1876)
Fue adversario de Marx en el movimiento
obrero, oponiendo la idea federal al centralismo de aquel. El principio de
la libertad, según Bakunin, se encuentra en el propio individuo, pero
una persona solamente será libre cuando la libertad sea el resultado de la libertad
de los demás.
Sin embargo, recogiendo una antigua
idea de Le Boetie, Bakunin reconoció la existencia de una servidumbre
voluntaria, es decir llega un momento en que los hombres se encuentran tan
aterrados consigo mismos que “incluso los oprimidos y miserables son felices
con su opresión y miseria”. Bakunin negaba el derecho a la redención, señalando
que el ejemplo y la acción directa eran los auténticos maestros de la vida.
En conclusión, aunque algunas
corrientes filosóficas pueden parecer obsoletas o superadas por otras nuevas,
siempre hay algo interesante para aprender de ellas. El materialismo del
siglo XIX representa una parte fundamental de nuestra historia intelectual
gracias a su capacidad para desafiar nuestras percepciones comunes acerca del
mundo natural y social donde vivimos.

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